La prodigiosa fuga de Cesia (Ciudad Real Digital)


PL Salvador, colaborador nuestro desde hace años, acaba de publicar ‘La prodigiosa fuga de Cesia’, novela que nos adentra en la vida de una psicóloga que —en 2010— sufre la crisis. Cesia, angustiada por la falta de trabajo, se pierde en su literatura para olvidarse de un mundo que se ha olvidado de ella.

La historia arranca en 1960, en el momento en que a Jairo —cuatro añitos— le extirpan las amígdalas. «Como no recuerda nada anterior a esa fecha, deduce que hasta entonces fue un ser sin consciencia. Se podría decir que su madre fue el dolor; y su padre, el miedo. Una imagen se destaca con nitidez: un sillón alto y blanco, de hospital. Todavía siente los implacables brazos del médico que le encajó en él, su impiedad, y el gélido hierro del trono. En aquel momento aprendió a sufrir».

La novela nos mete en la Valencia de los sesenta, de los setenta, Jairo va creciendo a la sombra de una madre que le tiene fascinado. «En esos días, siendo él tan pequeño, la relación afectiva se percibía descompensada a favor de ella, que viviendo el mejor momento de su particular esplendor, tenía embobado a ese proyecto de hombre que aún tardaría una eternidad en estar a su altura. Por eso todo lo que Eva hacía estaba bien, todo lo que decía tenía sentido, su actitud era siempre y en todo lugar ecuánime. Toda ella le parecía hasta tal punto magnífica. Y sus hipotéticas faltas eran para él virtudes. En definitiva, Jairo vivía enamorado de su madre y ella del hombre que un día sería».

La primera parte de esta inclasificable obra se estructura por años, y nos lleva hasta el 2010. Cincuenta años en cincuenta capítulos. La historia contiene personajes de todo tipo, y giros que sorprenden hasta a la propia escritora, pues no hay que olvidar que es Cesia quien escribe la historia que da vida a Eva (la enfermera de película) y a Jairo (el hombre de los abrazos).

Como pensamos que ya hemos contado bastante, terminaremos esta presentación mencionando a los personajes más relevantes. Por un lado tenemos a Max (el hombre admisible) y a Santiago (el militar integérrimo). Por el otro, a Carla (la mujer de la párvula sonrisa), a Lula (la madrastra de la cálida mirada) y a Wanda (la megaestrella quejillosa). Sin olvidar al Miguelo (el atracador enigmático) y a Nina (la enfermera vocacional).

‘La prodigiosa fuga de Cesia’ es, sin duda, un excelente ejemplo de carpintería narrativa, pero, además, nos ha hecho pensar en una novela concebida para que el lector también se fugue.




         


1 comentario:

  1. Yo aún conservo mis amígdalas, pero mi hermano, viendo el comienzo, además de sentir un intenso escalofrío, seguro que se pondría de inmediato en la piel y en ese comenzar a sufrir de Jairo; sin embargo yo, aun conservando mis amígdalas, sé, o al menos intuyo, sólo viendo la galería de personajes, que algo intenso, acaso intrigante y oscuro, late esperando ser descubierto...

    Abrazotes gordotes

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