«Referéndum
sí» versus «Referéndum no». A mí me parece que el referéndum es rojo tirando a
morado. Del pueblo-pueblo. De una mayoría escarlata que suele estar bajo el
yugo de la minoría azul. A lo peor: verdiazul.
Sí, siempre
es azul. Si no por fuera, por dentro. El día que finalmente amanezca carmesí,
anochecerá con el imprescindible Techo Patrimonial. Y todos seremos un poco más
iguales. Porque ahora somos bien diferentes.
Nacemos
diferentes. Unos con diez fincas, quince pisos y veinte millones (de euros [¡3.330
millones! {de pesetas}]). Otros con un futuro kj¥ﮕᾯ†¥‰c99. O
sea: que el sistema es un desastre con ínfulas solidarias.
Por eso
digo (yo): ¡Ojalá viva para ver
ese día rojo-morado con su correspondiente referéndum sobre el ansiado Techo Patrimonial!
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