PARAÍSO

Habíamos convivido con el hielo y de repente desapareció. Éramos muy duros, estábamos acostumbrados a vivir en condiciones extremas, la Tierra nunca nos había sonreído.
Corría el 10.000 a. de C. y por fin nos regalaban algo: el Creciente Fértil. Y pudimos finalmente asentarnos. Ya no teníamos que ir dando tumbos tras la pitanza.
Los cereales crecían por doquier, la temperatura era agradable, la Tierra sonreía. La vida se tornó cómoda. Durante siglos solo hubo prosperidad.
Hasta que el cielo se secó. No llovía. Casi nunca. Poco y mal. Algunos dijeron que Dios nos estaba castigando: por talar tantos árboles. Pero no tardamos en acostumbrarnos a la aridez.
En esos días alguien inventó la escritura. Y escribió sobre nuestros Padres. La idea de que Dios nos había castigado aún seguía con nosotros.
Y por eso nos pareció ocurrente lo del Paraíso.

4 comentarios:

  1. Nos sentimos culpables, sin embargo echamos la culpa a Dios. Todo había vuelto a comenzar y caminábamos de nuevo hacia la destrucción. Pensó en aquella extraña relación entre Dios, los hombres y la culpa. Sabía que todos se engañaban. En el fondo todos, de algún modo se habían sentido Dioses... luego, ¿se autoculpaban? Por un instante pensó en decirlo a los demás pero no lo hizo. No habría servido de nada. Miró por última vez aquel sol abrasador y sonrió irónicamente pensando en Dios, en los hombres, en la culpa.

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    1. Es muy humano pensar que cuando algo va mal es porque hemos hecho algo mal. La conciencia. Sin embargo, las cosas pueden ir mal aunque lo hagamos bien. Pero, bueno, cuando el ser humano era eminentemente granjero, la climatología decidía por él.

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  2. Esta idea se me ocurrió mientras veía un documental sobre el Creciente Fértil. Aquello había sido un paraíso, el primer paraíso para el ser humano después de tantos siglos de hielo. Y justo cuando ese paraíso se secó, apareció la escritura y... Para mí, demasiada casualidad. Me gustaría saber si alguien lo había pensado ya...

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  3. Pues la verdad es que no. Mi pensamiento, al leer tu texto, se conectó inmediatamente -de manera loca e incontrolada, qué novedad...- al futuro y a la idea de que el ciclo destructivo se repite, pero esta vez por la intervención humana (de ahí lo de la culpa, los dioses y los hombres). Tu pensamiento es muy interesante y me lleva a preguntarme si el fin de este "nuevo ciclo" de sequía, que irremediablemente avanza, traerá un nuevo lenguaje, una nueva forma de expresión. Tanto si el fin del ciclo se acelera, como si sigue su curso natural, me fastidia saber que no estaré (al menos no físicamente) para comprobar si llegaría a producirse ese hipotético nuevo milagro del lenguaje.

    Abrazotes

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