La ruta imprevista

 


Seguimos la ruta prevista. Escribimos. Pero para nosotros. Publicamos. Pero en pequeñas editoriales. Vendemos. Pero poco. Vendemos poco y con esfuerzo. Vendemos poco, pero lo suficiente para que nos vuelvan a publicar. Nos buscamos la vida. Nos pagamos el vicio.

La ruta prevista es, obviamente, imprevisible. La ruta prevista se ha simplificado. Ya solo nos interesa disfrutar escribiendo. Ya solo nos interesa vender nuestra mercancía para seguir publicando. Ya solo nos interesa lo que siempre nos interesó y ya solo ahí buscamos cobijo.

Pienso de nuevo en esa ruta prevista que era sencilla y que lo editorial corrompió. Pienso que al final todo confluye en la corriente original. Pienso que si no te vendes, no te compran, y pienso también que vender y comprar son las armas de lo editorial y los enemigos de la Literatura.

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